Congregó a amigos de Washington y a enemigos de Damasco, afirma
La reunión en Túnez, para entregar armas a
terroristas, denuncia Siria
Afp, Dpa, Reuters y Xinhua
Periódico La Jornada
Domingo 26 de febrero de 2012, p. 23
Domingo 26 de febrero de 2012, p. 23
Damasco, 25 de febrero. Damasco afirmó hoy
que la Conferencia de los Amigos del Pueblo Sirio, celebrada el viernes en Túnez
con la asistencia de representantes oficiales de Estados Unidos, la Unión
Europea y varios países árabes, pero con la ausencia de China y Rusia, fue un
encuentro para
preservarel apoyo a los opositores y
suministrarles armas contra la seguridad y la estabilidad de Siria.
En la primera reacción oficial sobre el tema, el ministro de Información,
Adnan Mahmud, dijo que la reunión sirvió para congregar a
los amigos de Washington y a los enemigos de Damasco, que sólo tomaron una decisión, la de preservar el
apoyo a los terroristas.
Durante la conferencia, los representantes de 60 países acordaron impulsar la
política estadunidense de reforzar las sanciones contra el gobierno del partido
nacionalista Baaz y rechazaron la iniciativa de Túnez y Qatar para enviar una
fuerza militar internacional de mantenimiento de la paz.
No obstante, un dirigente de los opositores informó a la agencia Reuters, en
el marco de la reunión, que los países occidentales toleran la compra de armas y
su contrabando a Siria para los opositores.
Desde Pekín, la agencia oficial de noticias difundió un comentario editorial
en el que afirmó que
la mayoría de los países árabes comenzó a comprender que Estados Unidos y Europa disimulan un puñal detrás de la sonrisa; en otras palabras, mientras parecen actuar por motivos humanitarios, en realidad tienen ambiciones hegemónicas ocultas.
Aunque representantes de Arabia Saudita y de la Unión Europea han hecho saber su descontento al abandonar la reunión antes de que acabara, la mayoría de los países árabes se quedaron porque querían asegurarse de que no se desarrolle en Siria una tragedia similar a la de Libia, añadió la agencia China Nueva.
En la conferencia de Túnez, representantes de países y regiones acordaron no
militarizar el conflicto, pero coincidieron en la necesidad de una fuerza árabe
de pacificación para garantizar la estabilidad durante la transición democrática
de Siria. La reunión también acordó severas sanciones al régimen del partido
Baaz, incluyendo tensar las relaciones diplomáticas.
En Quito, el presidente ecuatoriano Rafael Correa advirtió que su gobierno
rechaza una intervención militar extranjera contra el gobierno del presidente
Bashar Assad y advirtió que una acción en este sentido podría desatar una guerra
mundial de graves consecuencias.
El mandatario se pronunció por resolver el conflicto sirio mediante un
proceso democrático en las urnas, que ratifique o rechace al actual gobierno,
que tiene programado este domingo la celebración de un referendo sobre una nueva
Constitución Política que aprueba la formación de partidos políticos distintos
al Baaz, que ha monopolizado el poder en Siria durante las últimas cuatro
décadas.
Unos 14 millones 600 mil ciudadanos están registrados para votar en la
consulta popular, que suprimió el precepto de la anterior Constitución, vigente
desde 1973, en el que se estipula que el partido Baaz
es el dirigente del Estado y de la sociedad.
En el artículo 7 de la nueva carta fundamental se prescribe que el presidente
solamente puede postularse a una relección para un periodo de siete años.
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